Si os fijáis en las fotos a continuación hay muchas pistas que nos dicen que este piso sueco es de segunda mano: los remates de la carpintería en puertas y ventanas, el suelo, los tubos extractores y de la calefacción por fuera de los muros y paredes, sanitarios e instalación en el cuarto de baño, etc. No por ello es una mala vivienda, en muchos casos a pesar de la antigüedad, el ingenio, la limpieza, el orden, una mano de pintura o una pequeña reforma pueden resultar en un magnifico espacio donde residir, disfrutando así del espacio que sólo los antiguos pisos tienen (este en concreto 96m²). Una decoración sencilla a base de piezas básicas (‘de fondo de armario’ ;) ) en tonos neutros o blancos y multitud de detalles personales y accesorios hacen de esta vivienda nórdica un espacio con mucha personalidad y carácter. Feliz jueves!
Vía: Stadshem